lunes, 10 de julio de 2006


El asesinato y desaparición de la psicóloga María Rosa Pacheco y las redes de impunidad que la sociedad sanjuanina tejió al rededor del hecho son las base de partida del texto de Juan Carlos Carta.
El asesinato solo como síntoma de una enfermedad, la indiferencia.

Solemos mirar los acontecimientos, discutirlos en secreto pero jamás tomamos partido para ayuda a esclarecer lo que nos rodea.
Es la cultura del “no te metás” del miedo al compromiso, profundamente arraigada en nuestra sociedad y transmitida de generación en generación.

Dos vecinas hablan y de esta manera demuestran todo su desprecio, resentimiento y odio hacia el entorno social que las rodea.
Fiel reflejo de nuestra sociedad en donde todos nos conocemos hasta que damos vuelta la cara cuando nos conviene ser indiferentes; en esta sociedad donde expresamos nuestro odio sin darnos cuenta de la magnitud de lo que generamos; en esta sociedad en la que hablamos y hablamos (y murmuramos) -pareciera que ya no nos queda otra cosa para evadirnos de lo que nos pasa a nosotros- sin darnos cuenta el daño que causamos a nuestras víctimas.